Fluir con los días
El sol, en lo alto de la mañana brillando. 
Entre dos luces canta su simetría. 
Un ejército de horas se alinea ante mis ojos, 
llenas hasta el tope de costumbre y rutina. 
Sin duda hoy estaré haciendo las mismas cosas. 
Me abro, camino con agilidad, 
sin violencia, sin torpeza,
para fluir sin cesar de aquí para allá, 
por el cordón monótono de esta escena. 
De repente la noche cae
sobre el cristal de un engañoso cielo azul. 
La vida fluye 
a través del humo del destino cotidiano. 
Sí, la vida fluye libre, 
sin que nadie se adueñe 
del hondo sueño que la construye. 
J. Vivo